Es evidente que estamos en tiempos donde como marca, probablemente, puedas sentir incertidumbre sobre qué hacer, qué esfuerzos implementar y cómo obtener resultados positivos que generen grandes beneficios. Es cuestión de reestructurar, generar un plan y evaluar a qué causas puedes unirte para desarrollar impacto social y construir un valor verdadero que trascienda para tu marca, ¡La responsabilidad social puede ser la clave!
La implementación de la responsabilidad social no es poca cosa, no es algo que debes tomar a la ligera y mucho menos dejar de evaluar las repercusiones del éxito o fracaso que pueda tener en tu marca. A la hora de decidir recorrer el camino de la responsabilidad social, es importante tener en cuenta tres consejos que pueden ayudarte a tener todo más claro y definido:
1. Lineamiento coherente.
Es importante mantener la coherencia con los objetivos, los mensajes y los productos o servicios que trabajas en tu marca. Por ejemplo, una tienda de golosinas en nombre de una fundación contra la diabetes, no tiene ningún sentido, pero si se aborda el tema a representar a una fundación de niños de la calle, como un dulce hogar, definitivamente hay un lineamiento coherente con la marca.
Hay que tener claro que el sentido coherente también tiene que ver, con que, una marca que utilice en gran medida botellas de plástico, no podría ajustarse a decir que por la compra de cada una se siembra un árbol, puede caer en el error de condicionar la buena acción a la compra de un recipiente que es no es reciclable. Lo que tu marca hace debe estar coherentemente relacionado con lo que piensas promover.
2. Generar un valor para la marca.
No se trata de desarrollar un programa de responsabilidad social que no te genere algún valor como marca, no sólo es cuestión de caridad, debe haber cierto mérito en hacerlo. Hay que evaluar todos los aspectos para que a la larga no sea un noble esfuerzo sin ningún beneficio.
Es importante establecer un objetivo de responsabilidad social, para saber qué buscas con tu programa: si es desarrollo de marca, alcance o reposicionamiento. Un objetivo estratégico asegura la continuidad del programa, el beneficio de los usuarios con los que se quiere trabajar y generar un valor rentable para tu marca (que no está enfocado en el aspecto económico sino en el reconocimiento).
3. Interés de la audiencia.
Para algunas marcas ser responsable es asegurar un trabajo digno a sus colaboradores y su comunidad, para otras es el compromiso de producir con alta calidad y en algunas otras puede significar el cuidado del medio ambiente o ayudar a sectores vulnerables. Sea cual fuese tu caso, es vital tener claro qué le importa a tus usuarios y a quiénes quieres llegar.
Algo que podrías implementar para generar un mayor impacto en tus usuarios y comunidad, es hacer las relaciones correctas o sumar a las personas o marcas correctas para llevar a cabo el desarrollo de tu plan de responsabilidad social. Asociarte con otras marcas que tengan coherencia con tu sector puede ser muy beneficioso al momento de cumplir con el objetivo, al igual que involucrar influencers de tu sector que también puedan darle gran valor al plan desarrollado.
Si manejas un programa de responsabilidad social exitoso, tu marca puede crecer mucho. Por ahora esta puede ser una gran estrategia a implementar, donde no sólo puedas pensar en ti, sino también en tus usuarios y comunidad, y hacer algo provechoso para ellos que deje una gran línea que trascienda en el trabajo de tu marca. Recuerda que esto representa una estrategia de crecimiento, ¡Estamos en un momento donde nuestra responsabilidad puede hacer mucho más de lo que imaginamos!